En el mundo de las bebidas espirituosas, el whisky goza de un estatus venerado, con su rica diversidad y sabores complejos que cautivan a los entusiastas de todo el mundo. Sin embargo, dentro de esta amplia categoría se encuentra una distinción especial que a menudo despierta curiosidad y, a veces, confusión: la diferencia entre whisky y bourbon. Si bien todo el bourbon es whisky, no todo el whisky es bourbon. Esta distinción, arraigada en la historia, los ingredientes y los métodos de producción, es crucial para que tanto los conocedores como los bebedores ocasionales aprecien las sutilezas de estos queridos licores. Profundicemos en los matices que separan al bourbon de la familia más amplia del whisky.
Los fundamentos del whisky
El whisky (o whisky, como se le conoce en Escocia y Canadá) es una bebida alcohólica destilada elaborada a partir de puré de cereales fermentados, que puede incluir cebada, maíz, centeno y trigo. El aguardiente se envejece en barricas de madera, que le confieren sabor y color. El whisky se produce en todo el mundo y cada región ofrece su toque único a la bebida espirituosa, regido por estrictas regulaciones que dictan todo, desde los ingredientes hasta el proceso de añejamiento.
Definiendo Borbón
El Bourbon, un orgulloso licor estadounidense con una profunda conexión con el corazón del país, especialmente Kentucky, tiene criterios legales específicos que lo diferencian de otros tipos de whisky:
1. La Ley de Cereales
Por ley, el bourbon debe elaborarse a partir de una mezcla de cereales que contenga al menos un 51 % de maíz. Este alto contenido de maíz le da al bourbon su dulzura distintiva.
2. El proceso de envejecimiento
El bourbon debe envejecerse en barricas de roble nuevas carbonizadas. A diferencia de otros whiskies que pueden reutilizar barricas, el uso de barricas nuevas para cada lote de bourbon contribuye a sus ricas notas de vainilla y caramelo.
3. Ubicación
Aunque técnicamente el bourbon se puede producir en cualquier lugar de los Estados Unidos, está fuertemente asociado con Kentucky, donde se destila la gran mayoría del bourbon. Se cree que el clima y los recursos naturales únicos del estado contribuyen al sabor distintivo del bourbon de Kentucky.
4. Destilación y prueba
Cuando se destila, el contenido de alcohol del bourbon no puede exceder el 80% de alcohol por volumen (ABV) y debe ingresarse en el barril para envejecer a no más del 62,5% ABV. Una vez embotellado debe tener al menos un 40% ABV. Estas regulaciones garantizan que el licor conserve su carácter y sabor.
5. Sin aditivos
La ley borbónica prohíbe la adición de cualquier colorante o saborizante artificial, asegurando que todo el sabor y color provenga de los granos, la fermentación, la destilación y el proceso de envejecimiento.
Apreciando las diferencias
Si bien estos criterios distinguen al bourbon, es la experiencia sensorial lo que realmente lo distingue de otros whiskies. El bourbon tiende a ser más dulce, pleno y robusto que otros tipos de whisky, que pueden variar desde los sabores ahumados y a turba del whisky escocés hasta el carácter suave y triple destilado del whisky irlandés. Cada tipo de whisky ofrece una experiencia de degustación única, que refleja sus ingredientes, método de producción y origen geográfico.
Conclusión
Comprender las diferencias entre el bourbon y el whisky no es sólo un ejercicio de semántica; es una puerta de entrada para apreciar el rico tapiz de sabores, tradiciones e historias que definen el mundo de las bebidas espirituosas. Ya sea que prefiera la dulce calidez del bourbon o los diversos perfiles del whisky, cada sorbo ofrece la oportunidad de explorar la artesanía y la herencia de estas bebidas históricas.
Si eres un amante del Bourbon, ¡consulta nuestros kits de formación sobre aromas del Bourbon!